viernes, 22 de noviembre de 2013

Utopodcast - Harold Thompson, Anarquista - Poesía


Continuación de este homenaje a Harold Thompson, donde se da lectura a su poesía que destila coraje, dignidad y añoranza por la libertad...



SONIDOS

En esta tumba de hierro y concreto, reflexionando sobre cosas perdidas.

Lo principal es una herida de amor, los sentimientos después de ser besados.

Sonidos de la noche en el bosque, el calor del sol en un día libre.

El grito de un pájaro volando, los cantos de alegría de los niños al jugar.

Porque son reales en estos lugares infernales son los sonidos de la angustia, 
de las emocionalmente agotadas y dolorosas caras entumecidas.

Sonidos de la frustrada pérdida de quienes aman.

Un hecho no es lo que parece.

La libertad es una dama misteriosa, sólo le hacemos el amor en nuestros sueños.

Harold Thompson



Links a la descarga y lectura del texto:

Utopodcast - Harold Thompson, Anarquista - Textos


Pequeño y humilde homenaje a Harold Thompson, preso anarquista y ejemplo de coherencia...

“Cuídense unos a otros, mantengan al otro a salvo en las luchas en el frente, y nunca olviden a aquellos en cautiverio, porque mañana los cautivos de los monstruos de esta tierra pueden ser ustedes. Nuestros enemigos son los mismos de país en país, siendo sólo distintos en nombre y rostro. Representan la misma ideología, que ve a este planeta y su población como comodidades prescindibles. Olvidaron su humanidad a cambio de poder y ganancias.
Manténganse fuertes, y sepan en sus corazones que yo estoy con ustedes, en espíritu revolucionario, en cada acto que realizan contra aquellos que nos oprimen. Sólo queremos la tierra, ¡Nunca nos detendrán! “

Harold Thompson





Links a la descarga y lectura del texto:

jueves, 21 de noviembre de 2013

Video-mapa cronológico con cada explosión nuclear ocurrida en la Tierra 1945-1998

El Artista japonés Isao Hashimoto ha creado un hermoso, pero sin duda estremecedor, video-mapa cronológico de las 2.053 explosiones nucleares que tuvieron lugar entre 1945 y 1998, comenzando con la prueba de "Trinity" en el Proyecto Manhattan, cerca de Los Alamos (Nevada, EE.UU.) y concluyendo con las pruebas nucleares de Pakistán en mayo de 1998. Esto deja fuera a dos presuntas pruebas nucleares de Corea del Norte en la última década del S. XX (la ocurrencia de las cuales no está 100% comprobada).

Cada Estado tiene un encendido y un punto intermitente en el mapa por cada vez que detona un arma nuclear, con su respectiva cuenta total mostrándose en las barras superior e inferior de la pantalla. Hashimoto, quien comenzó el proyecto en 2003, dice que él realizó su trabajo con el objetivo de mostrar "el miedo y la locura de las armas nucleares." - Empieza muy lento, pero si usted quiere ver acción real, vaya a 1962 o cerca - al final, la acumulación se convierte en abrumadora.




Fuente: http://periodicoellibertario.blogspot.com.es/2013/11/video-mapa-cronologico-de-cada.htm

Escalada de criminalización al anarquismo

Así como en España, en México esta habiendo una gran campaña para desinformar (si, aún más) a toda la gente sobre lo que es, significa y defiende el anarquismo. Es preocupante pero a la vez un aliciente, significa que el gran enemigo de la injusticia, el autoritarismo, el abuso y la explotación esta tomando más fuerza...el ANARQUISMO RESURGE. Tiemblen usureros, empresarios, politicos, banqueros, asesinos y abusadores del mundo...TIEMBLEN.

Koan


Ante la reiterada información que se está publicando en la prensa generalista sobre personas y supuestas organizaciones anarquistas, sin ningún respeto por la presunción de inocencia y vertiendo datos privados sobre los detenidos, no podemos más que denunciar lo que no es más que una evidente estrategia criminalizadora del Estado en connivencia esta vez con el llamado cuarto poder.
tvUna de las grandes diferencias entre gobiernos, y lo digo con cierto conocimiento de causa, ya que no soy nada amigo de conspiranoias, es que cuando gobierna en España el PP (es decir, la derecha más dura), la represión se incrementa. Los herederos políticos del criminal franquismo tienen muy aprendida la lección: si no existe el terrorismo, lo inventamos. La gran pena es el triste y manipulador eco mediático que esas estrategias hayan en la prensa, incluso en la (supuestamente) progresista; un reciente titular de El País llegaba a afirmar que el terrorismo anarquista copia a Al Qaeda. Todo esto en un clima político y social en el que las criminales reformas labores se juntan ahora con criminales reformas penales; de esa manera, quieren endurecerse condenas, hasta extremos de prisión a perpetuidad, y algunas formas de protestas pueden convertirse en delitos penables como son los escraches o algunos otros tipos de manifestaciones.
El movimiento libertario es el que más énfasis en denunciar los desmanes del poder político y económico, en pretender en suma que las personas sean capaces de gestionar su propia vida; el espíritu presente en los movimientos sociales de nuevo cuño era claramente libertario, estuviera presente o no la marca ácrata. La clase dirigente ha tomado buena nota en los últimos años y, con el silencio o la connivencia de ciertos partidos (supuestamente) progresistas, y con el apoyo inestimable de los medios generalistas, inicia unas campañas de criminalización que, a estas alturas con tantos problemas sociale y con tanta desvergüenza por parte de los que detentan el poder, son poco menos que irrisorias. Es indignante que estos medios, sean del pelaje que sean, hayan publicado fotos, nombres y apellidos, de personas anarquistas detenidas por supuestos atentados; como ya se ha publicado en diversos medios alternativos, ni siquiera se molestan en disimular su fraudulento Estado de derecho ni en respetar la presunción de inocencia. Han llegado a insistir en un extenso historial delictivo, de alguno de los detenidos, para al final de texto aclarar que fue finalmente absuelto en todos los casos. Anarquismo sigue yendo, inevitablemente, de la mano con la violencia para los que detentan el poder; así pretenden que cale en el imaginario popular.

Las afirmaciones que se han vertido en la prensa son, a poco que se tenga un poquito de espíritu crítico, ridículas. Afirmaciones de que se han producido ya varios atentados a lo largo del año inequívocamente anarquistas, y que incluso la escala terrorista va a ir en aumento; ahora resulta, tal y como hemos apuntado anteriormente, que el "terrorismo" ácrata ha copiado al islamista (recordemos las veces que se ha insistido en que Al Qaeda es una red descentralizada). ¿Para reír o llorar? Cuestionables organizaciones de nombres imposibles, como Federación Anarquista Informal, Frente Revolucionario Internacional o Comando Mateo Morral; alguien debería informar a los que realizan estos montajes que es necesario conocer un poquito el anarquismo antes de emplear según qué términos. Por supuesto, la prensa ha argumentado "excelentemente" la naturaleza ácrata de estas organizaciones; "carentes de estructuras jerarquizadas y organizadas (muy anarquistas)" (sic). Ambigua información en la que se deja claro que estos grupos son muy difíciles de perseguir policialmente; a pesar de ello, se detiene a unas cuantas personas y se aclara que coinciden con el etéreo perfil anteriormente descrito. Como ya hemos dicho, el comportamiento que está teniendo la prensa generalista, sujeta a demasiados intereses y con escasos escrúpulos, está siendo auténticamente vergonzoso en su nada disimulado papel criminalizador.

Nos esforzaremos en insistir en que no hay nada más alejado de la violencia que el anarquismo, que busca erradicarla en lo político y hacerla innecesaria en lo social y cultural. Podemos publicar todos los días, en cualquier medio, alguna actividad culturalmente constructiva que llevan a cabo los anarquistas. Si, todavía, alguien se pregunta quién ha puesto artefactos explosivos en la Basílica del Pilar de Zaragoza o en la Iglesia de la Almudena de Madrid, yo no lo sé. Solo sé que los anarquistas no hacen esas cosas.


Capi Vidal
http://reflexionesdesdeanarres.blogspot.com.es/

Del empleado en cuanto ser unidimensional


En los convulsos tiempos —edulcorados para unos, insoportables y desesperantes para otros— con los que nos ha tocado bregar, tener un empleo y, con él, una fuente estable y periódica de remuneración se ha convertido en una suerte de maná, una lotería cada vez más azarosa que se brinda caprichosamente según criterios aparentemente inescrutables. Quien más, quien menos, y siempre con la salvedad de los aún intocables funcionarios de carrera, la mayoría de nosotros miramos al futuro con la inseguridad de ignorar si lo peor del chaparrón ya ha pasado.
Tener un empleo al día de hoy parece el único escudo protector con el que capear el ciclo regresivo al que se enfrenta España actualmente, arrastrada por una economía de mercado cada vez más liberalizada donde el ladrillo ha terminado por ser el lastre que nos han colgado al cuello antes de arrojar nuestro cuerpo a las aguas de la desregulación salvaje. Sin embargo, la imperiosidad de la supervivencia al precio que sea ha acabado por construir un mantra invulnerable: por encima de todo, y según la suerte que nos ha tocado a cada cual, hemos de congratularnos de nuestro salario o, en el peor de los casos, aspirar a uno. Ahora más que nunca, nuestro sueño es trabajar.
Al margen de que resulte del todo obvio que la actividad asalariada sea la principal, o al menos la más recurrente, fuente de recursos para la satisfacción de las necesidades elementales, no quiero dejar  de pasar por alto la ocasión sin alertar del peligro que corremos actualmente, en mi opinión, quienes hemos acabado por reducir la naturaleza poliédrica de nuestras vidas, complejas y cargadas de afectos, aspiraciones e inquietudes, exclusivamente a un tiempo para la retención o la consecución de un trabajo.
Convertir al ser humano en un asalariado, o en alguien para quien dicho perfil es su única aspiración, nos retrotrae al universo dickensiano donde la vida de los hombres se reducía a trabajar, dormir y sobrevivir. El sociólogo José Félix Tezanos, hace no mucho tiempo, publicó un estudio según el cual la mayor parte de la población activa ya no consideraba su actividad laboral como uno de los rasgos definitorios de su identidad. Por el contrario, otras variables, como las aficiones, por ejemplo, pasaban a ocupar puesto preferenciales a la hora de valorar nuestros perfiles. La tremenda movilidad laboral y la cada vez más frecuente desconexión entre trabajo y estudios o vocación, permitían, en parte, valorar los resultados del estudio. Sin embargo, e ignorando si el profesor Tezanos ha actualizado su encuesta en los últimos años (esta fue hecha antes de la crisis), da la impresión de que, de llevarse a cabo dicha investigación justo ahora, el ciudadano medio quizás retomaría la cuestión de lo laboral como elemento identitario, pero desde un prisma exclusivamente binario: trabajador versus desempleado. Y no hay más. La “narratividad del yo”, en palabras de Jerome Bruner, pasa por la construcción de un relato autobiográfico donde el sujeto se convierte en protagonista de una historia que tiene como McGuffin, como elemento que hace avanzar la trama, la relación de aquel con la actividad laboral.
En los tiempos que corren la idea estigmatizante de estar sin empleo parece comenzar a deslizarse peligrosamente hacia el concepto judeocristiano de pecado. Aun en aquellos casos, cada vez más excepcionales, en los que las necesidades materiales puedan verse cubiertas y el individuo rellene su jornada con las suficientes actividades como para no tener que enfrentarse al descorazonador marasmo del aburrimiento, sobre la conciencia del sujeto en paro siempre sobrevuela un sentimiento de culpa cual dedo acusador. La sensación de fracaso e inferioridad acaba por minar la moral y destruirlo todo a su alrededor, al margen de que, en términos absolutos, no exista un respaldo ético que legitime la conveniencia moral de trabajar. Si David Graeber, en En deuda, una historia alternativa de la economía, se preguntaba por la naturaleza deontológica de los préstamos, llegando a la conclusión de que, en sentido estricto, nada obligaba a subsanar una deuda, aquí la pregunta es: al margen del dinero, ¿por qué trabajar? O digámoslo de otra manera: ¿por qué la posición del individuo respecto al sistema productivo se ha convertido en la piedra de toque de nuestra identidad?
Precisemos un poco más. Aquí ya no se trata de adoptar mensajes populistas al modo del opúsculo de Bob Black La abolición del trabajo, con su seductora y rupturista idea de rebelerse frente a la subordinación que marcan las asimétricas relaciones empleado-patrón. Tampoco consiste en reírle las gracias al filósofo Slavoj Žižek cuando en el documental Marx reloaded se pregunta por la ironía que supone buscar un empleo: “por favor, esclavíceme de nuevo; más que nada en este mundo anhelo ser sometido a los caprichosos designios de un jefe”. No. No van por ahí los tiros. Una cosa es reconocer que, para la mayor parte de nosotros, la subsistencia pasa por vender nuestra fuerza de trabajo a un extraño, y asumir que, dada la coyuntura actual, la impotencia de millones de españoles en su búsqueda de un empleo está llevando a una creciente marginalidad de la ya extinta clase media, con situaciones cada vez más y más desesperadas, y otra muy distinta claudicar ante el legítimo derecho de todos nosotros a vernos como seres humanos que actúan, piensan y se relacionan. Ante la casposa pregunta del “¿estudias o trabajas?”, reconvertida en “¿sigues en paro?”, llega la hora de responder “¿por qué?”
Y en este sentido la responsabilidad del movimiento sindical resulta clave. ¿No es acaso un oxímoron, un aserto contradictorio en su propia formulación, pedir “la emancipación de la clase obrera”? ¿Qué clase de broma semántica es esta? ¿Cómo se pretende conseguir dicha “independencia”? ¿Aumentando nuestros derechos laborales? Genial, pero, ¿deja el gato de ser felino por mejorar sus condiciones de vida félida? ¿No encubre acaso dicho lema un torticero afán de autoafirmación de las cúpulas sindicales desde el momento en el que el individuo queda reducido dentro del grupo a su simple condición de proletario?
Owen Jones, el jovencito responsable del interesante ensayo Chavs: la demonización de la clase obrera, tras analizar la evolución de la consideración social hacia la clase trabajadora en Inglaterra, teniendo como punto de inflexión el thatcherismo y el desmantelamiento de las organizaciones mineras en los años setenta y ochenta, carga contra la connivencia de unas centrales sindicales que se han negado a abrir los ojos ante las nuevas relaciones laborales de un mundo globalizado donde la movilidad, el auge del sector servicios y del llamado “cognitariado”, el trabajo en casa o la temporalidad hacen del todo imposible el uso de elementos de presión forjados en las condiciones de trabajo del siglo diecinueve, donde predominaba la actividad manual, la permanencia continuada en la misma fábrica y el contacto social constante con el resto de los trabajadores. ¿Cómo es posible, se pregunta Jones, que uno de los colectivos más desfavorecidos actualmente, como es el de los teleoperadores, cuente con un porcentaje bajísimo de afiliaciones entre las organizaciones obreras? ¿Cómo se pueden seguir manejando protocolos decimonónicos para la preparación de una huelga cuando la actividad laboral cada día tiene contornos más difusos desde el punto de vista espacio-temporal?
El maravilloso arte del ombliguismo sindical, irreflexivo y acrítico con frecuencia, parece estar actuando en contra de todos nosotros al reafirmarse en el uso de herramientas carentes ya de toda operatividad. En este sentido, convertirnos en individuos monolíticos definidos solo por nuestra ubicación (dentro o fuera, en realidad) en el sistema productivo no hace más que resaltar con luces de neón la naturaleza despiadada de los sistemas económicos postfeudales: o tienes un empleo o no existes, cara o cruz.
No hace mucho coincidí en la calle con un amigo al que llevaba sin ver un tiempo. Los tópicos del momento nos llevaron a preguntarnos por nuestra situación laboral actual. “Estoy con unas prácticas no remuneradas”, me dijo. “Menos da una piedra, al menos no estoy en casa”. Nos despedimos al rato, dejándome con la agridulce sensación de que ostentar ante los demás una situación laboral rayana en la esclavitud lleva camino de convertirse en un elemento de distinción social. Tengo trabajo, alguien que me manda. Vuelvo a existir.



José Antonio Calzón García es profesor en paro y escritor.

El poder curativo de los pensamientos...

Me ha interesado este artículo no por la cuestión espiritualoide, rencarnacionista y piensamagicoide, sino porque me plantea la pregunta de: ¿A quién convendría ocultarnos este conocimiento y seguir procurandonos una vida de estres, miseria, fealdad en el medio donde vivimos y tristeza constante?...

Koan
Bruce Lipton durante una de sus conferencias, Realograma
Bruce Lipton, PH.D. Autor de "La biología de la creencia" y "La biología de la transformación".

Reclama una nueva medicina, la que tenga en cuenta la capacidad de curar de la energía, mucho más eficaz que los medicamentos. Bruce Lipton (Estados Unidos, 1944) ha conseguido aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito el suyo si tenemos en cuenta lo "alérgicos" que son los científicos a los temas trascendentales. Es doctor en Biología Celular y fue pionero en la investigación con células madre. Sus estudios sobre la membrana celular y las modificaciones de las células según el entorno sentaron las bases de la nueva epigenética. Sus descubrimientos (que iban en contra de la opinión científica establecida de que la vida es controlada por los genes) y el estudio de la física cuántica le han llevado a criticar duramente la medicina convencional. Es autor de libros como La biología de la creencia y La biología de la transformación.

- Usted asegura que la medicina convencional va por muy mal camino. ¿Tan peligrosos son los medicamentos que nos recetan?

- Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada año! Y esas personas son muchas más que las que mueren por tomar drogas ilegales. Hay algo que no funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que ayuda. Tiene que aprender cómo funcionan las células.

Bruce Lipton durante una de sus conferencias, Realograma

Bruce Lipton durante una de sus conferencias.

- ¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina?

- Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Puse una célula madre en un plato petri y, como cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos semanas, tenía miles de células, todas idénticas. Luego cogí algunas de ellas, las coloqué en otro plato y cambié el entorno celular (son más como peces porque viven en un entorno fluido). Cambié la química en ese plato y ahí formaron músculo. Después, cogí otras del primer plato y las puse en un entorno diferente, y se formó hueso, y otras se convirtieron en grasa al volver a cambiar el entorno. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, la células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad. ¡El humano es un plato petri cubierto de piel!

- ¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?

- Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa. Por ello, si pongo al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, también enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana. Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.

- En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?

- No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.

- ¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará– es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.

Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. Deberíamos poder decir que la ciencia está separada de la industria farmacéutica, pero no es así, porque con el dinero de esta se paga el desarrollo de la ciencia, y ese dinero solo va esos estudios que dicen que las drogas funcionan. El dinero controla la ciencia.

- Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.

- He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se intefiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.

Representacion de la célula y de la cadena de ADN, Realograma

Representacion de la célula y de la cadena de ADN.

- Eso significa que el estrés nos hace enfermar, ¿no?

- Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas. El 90 por ciento de la gente que va al médico es debido al estrés, y también el cáncer funciona igual.

- Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía.

- Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la newtoniania. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.

- Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en nuestra salud?

- La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina. La gente sanaba con los chamanes, con las manos... pero eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad. La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. Uno se llama placebo y el otro nocevo. En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer. Por tanto, el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.

El poder de la creencia, Bruce Lipton, Realograma

Célula piramidal (en verde) e interneuronas gabaérgicas (en rojo).

- Y eso enlaza con la física cuántica.

- Totalmente. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro lado.

- Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?

- Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.

- Pero no lo podemos controlar.

- Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.

- Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se 'programa' su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!

- La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Sería algo así como conducir un coche: si te enseñaron a conducir mal y has automatizado esa forma de conducir, pues lo más probable es que tengas accidentes. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.

- ¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?

- Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa informacion, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por que sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?”. Los pensamientos positivos, el conocimiento... solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente. Técnicas de psicología basadas en la energía como la hipnosis o el Psych-K son una manera de cambiar el subconsciente, es como un aprendizaje rápido.

- Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que evita la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad?

- Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis celulas y las tralado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Así que cojo otra, la enciendo, conecto el canal y vuelvo a ver el programa de Bruce, pero en otra tele, o lo que es lo mismo, en otro ser. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.

- ¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?

- Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate? Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano. 

Fuente:Realograma

lunes, 18 de noviembre de 2013

México: "Si Mario González muere, los asesinos serán el GDF y las autoridades universitarias"

M. gonzalezMientras Mario González, estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, convalece al interior del Reclusiorio Oriente, a pocos días de su posible muerte por la huelga de hambre que mantiene desde hace un mes, la sociedad mexicana se lanza masivamente a las tiendas para ser estafada a crédito, pasando así la resaca que les dejó la celebración del triunfo de su patética selección nacional. La posible muerte de Mario no les roza las conciencias porque están convencidos, en virtud de lo pontificado por las televisoras, de que se trata de un vándalo, un ladrón y un terrorista: merece morir en la cárcel. 
Mario fue detenido el 2 de octubre pasado, se le hizo descender de un pesero, junto con otros estudiantes, antes de que la marcha y los enfrentamientos de ese día tuvieran lugar, antes de eso él ya estaba esposado, ya lo estaban torturando, ya le daban toques eléctricos adentro de la patrulla, ya le habían dislocado un brazo. Hace un mes que quienes ingresaron con él al Reclusorio salieron libres bajo fianza mientras a él lo volvían a someter para llevarlo de vuelta a prisión. 

No es el único que sigue preso: en el Reclusorio Norte permanecen otros 8 internos que fueron detenidos durante la manifestación. Como lo muestran los videos, las detenciones fueron arbitrarias, no se ha presentado una sola prueba contundente contra ninguno, su participación en los enfrentamientos no ha sido acreditada más que por los dichos de los policías que los presentaron en el MP y que no son los mismos que los detuvieron. Sabemos que para el GDF, lo justo es que estén en prisión, que sean castigados por haber acudido a una protesta, por no ser potenciales víctimas del “buen fin” y por denunciar la miseria, la injusticia y la corrupción de su gobierno y del sistema. 

La huelga de hambre de Mario está a pocos días de acabar con su vida. La mayor parte de los medios de comunicación guarda silencio, la muerte de un estudiante arbitrariamente detenido no les parece más importante que la vida privada de un estúpido entrenador de futbol. El Estado mismo no se ha pronunciado públicamente, el Estado que es quien debe explicaciones a la familia de Mario y a la sociedad que lo verá morir en prisión. El Estado es Miguel Ángel Mancera, que debe explicar públicamente por qué detuvo a Mario antes de que comenzara la marcha, por qué ordenó que se le torturara física y sicológicamente durante la detención y al interior del Reclusorio. El Estado es la CDHDF, que tampoco ha dicho palabra ni ha cumplido con su obligación de salvaguardar a toda costa los derechos de Mario. Pero el Estado también son las autoridades universitarias, a las que tampoco les parece preocupante que uno de sus estudiantes vaya a morir adentro de una cárcel por delitos que no cometió.

Miguel Ángel Mancera quiere que Mario muera en prisión.
José Narro Robles quiere que Mario muera en prisión.

Lucía Laura Muñoz Corona quiere que Mario muera en prisión.
 

Su posible fallecimiento les emociona, lo esperan con ansiedad. Cuando ocurra, habrán mandado el mensaje apropiado a todos los estudiantes y a todos los que protestan contra las medidas que nos impone todos los días en todos los ámbitos la clase dominante: el castigo por protestar es la pena de muerte, cuestionar las decisiones de la Santa Rectoría y sus esbirros se castiga con la tortura y el asesinato; amerita morir de hambre, humillado, sobajado y torturado adentro de un penal sobrepoblado. Porque en el fondo no son sino unos cobardes, autoridades patéticas que se escudan en discursos legaloides y seudodemocráticos para imponer su ley, que no es suya sino de sus patrones: Mario está preso porque el rector y sus esclavos creen que participó en la toma de Rectoría, suscitada por un conflicto estudiantil en el CCH Naucalpan en el que había estado presente. Ni siquiera son capaces de aceptar públicamente que lo tienen preso por razones políticas, no legales, y que por esas razones están dispuestos a dejarlo morir en la cárcel. Las violaciones sistemáticas a su debido proceso son tan evidentes que intervenir para que salga por vías jurídicas es perfectamente posible, si no lo han hecho, es porque lo consideran un enemigo político que debe perecer. 

Si Mario muere, los responsables directos, los asesinos, serán el GDF y las autoridades universitarias. Se habrá asentado un precedente importante para lo que viene de esta coyuntura álgida de la lucha de clases y de la organización en contra de las reformas estructurales, particularmente en lo que respecta al papel y al compromiso asumidos por los estudiantes: el castigo por contradecir al poder es la tortura y la pena de muerte, las garantías de ello corren por cuenta de las autoridades universitarias. 

¡¡Mancera, Narro, Muñoz: Asesinos y torturadores!!

¡¡Libertad inmediata y absoluta e incondicional a Mario y reparación de los daños!! 

¡¡Libertad a todos los presos del 2 de octubre y a todos los presos políticos del estado capitalista!!

 
Izquierda Revolucionaria Internacionalista Buenaventura Durruti
“Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones”
16 de noviembre del 2013
Fuente: http://www.proyectoambulante.org/index.php/noticias/internacionales/item/3090-si-mario-gonzalez-muere-los-responsables-directos-los-asesinos-seran-el-gdf-y-las-autoridades-universitarias

Respuesta a "Malas y no tan malas noticias". Carta abierta al subcomandante Marcos

Las malignas carcajadas de unos espíritus muy libres o ¡No nos defiendas compadre que la Anarquía sabe defenderse sola!


(Carta abierta al subcomediante Marcos. Pronunciamiento conjunto)
“…Un hombre aquejado de gangrena no está dispuesto a discutir las causas de su mal, ni a oponerse al autoritarismo de la amputación…”

Encyclopédie des Nuisances, No. 13, julio 1988
A todxs lxs anarquistas de praxis
A lxs incendiarixs y refractarixs afines
A lxs jóvenes antiautoritarixs
A lxs que enfrentan el Poder en todas sus manifestaciones
A los oídos receptivos y a las mentes indomables
¡Salud!
aA lo largo del pasado mes de octubre, leímos y escuchamos todas las afrentas y descalificaciones habidas y por haber contra el anarquismo, incluso de boca de presuntos “anarquistas”. Algunos de estos santurrones y patriarcas libertarios, alzaban su voz para increparnos y nos señalaban con el dedo fétido (ocupado en profundas necesidades) con el afán de acusarnos de todo lo acusable. Llegaron a exigirse “credenciales” y no escaseó quien fue aún más lejos y se entregó a la “encomiable labor” de bendecir y santificar el ideal anárquico a través de una grotesca “campaña” consagrada a esclarecer a las “masas” e ilustrarlas sobre las bondades del “anarquismo bueno” en detrimento de ese pútrido anarquismo de praxis que se empeña, contra viento y marea, en soltar la rienda a sus instintos dándole vida a la destrucción creadora; enfrentando con uñas y dientes al Poder en toda la extensión de la palabra; cargando de proyección al ideal ácrata, fundamentando en tiempo presente nuestra teoría y nuestra práctica y erigiéndose como protagonista indiscutible de la historicidad de la que forma parte.
Tampoco faltó por esos días el grito a todo pulmón de “ataja al anarquista”, contra el chavo chemo que le arrebataba la  laptop a la salida de la estación del metro Hidalgo al académico progre que corrió chillando al MP a denunciar el hecho y amenazó con hacerla de tos hasta en la Corte Interamericana si le dilatan la averiguación. Ya ni mencionar esa caterva de ilustres intelectuales “solidarios” que aseveran desde sus elevados púlpitos (siempre a la izquierda del Capital) que quienes enfrentamos con violencia la  hiperviolencia sistémica no somos anarquistas y nos rotulan  de “malhechores”, “provocadores”, “halcones”, “porros”, “vándalos”, “reserva de violencia programable”, “policías infiltrados” y “mercenarios a sueldo”. Tal fue el caso de la decrépita escribana Elena Poniatowska que, con tal de ahorrarse el esfuerzo neuronal, concluyó en sus desatinados comentarios (junto a Aurelio Fernández) que lxs únicxs anarquistas buenxs son lxs que están muertxs; enumerando una abreviada lista de compañerxs  caídos que, lógica y consecuentemente, también recurrieron en su tiempo a la violencia anárquica –quien dude lo anterior sólo tiene que leer los textos y revisar la ardua biografía de Ricardo Flores Magón; Praxedis G. Guerrero; Enrico Malatesta; Buenaventura Durruti y demás compañeros mencionados. O, recurrir a sus prontuarios policiacos donde encontrarán un nutrido inventario de “delitos” cometidos por nuestros precursores. También podrían zambullirse en los periódicos de época donde seguramente hallarán similares agravios en contra de lxs anarquistas de entonces, escritos por otros escribanos de esos que hoy nadie recuerda ni su nombre.
Desde luego, toda esta histeria colectiva antianarquista ha sido bien alimentada y alentada desde la izquierda. Tanto la socialdemocracia armada como la electorera ha puesto el alarido en el cielo al ver anonadados el incremento de la contestación anárquica y la reapropiación de las calles como lugar de lucha –Esas mismas calles que habían sido usurpadas y acaparadas (durante décadas) por la simulación opositora, por la protesta baladí, por la manifestación estéril y la inútil formulita “marcha-mitin-plantón”, siempre manipulada por los partidos políticos electoreros (o partidos de vanguardia en vías de volverse electoreros) y las organizaciones clientelares (¡perdón! quisimos decir sociales), con sus acostumbrados “pases de lista”, sus reiteradas consignas vacías y su “comisión negociadora”.
Todxs los lidercillos de la izquierda se han quedado atónitos al verificar el ensanchamiento de la insurrección anarquista, al comprobar la contundencia de la confrontación ácrata, al presenciar la  extensión de la revuelta cotidiana contra todo lo existe y, sobre todo, al confirmar que nuestra lucha no es recuperable; al quedar convencidos que esa inmensa marea de jóvenes iconoclastas que enfrentan cara a cara a los cuerpos represivos en la lucha callejera, junto a esos grupos de afinidad que se multiplican en la oscuridad cómplice haciendo tronar la pólvora e iluminando la noche con el fuego liberador, no se embelesan con sus cantos de sirena porque no respetan líderes, mandos ni mesías, porque no se inclinan ante iluminados, porque no se tragan sus discursos demagógicos ni sus promesas a futuro, porque no se suman a sus “programas de lucha” ni a sus “proyectos transformadores”. Es por eso que se siembra la sospecha, se cultiva la duda y se ceba la bazofia conspiranoica. Si no son recuperables ni manipulables ni gobernables ni sumisos ni obedientes, entonces no sirven. No son útiles para la causa, no son funcionales al Poder (ni para quienes lo detentan ahora ni para quienes aspiran a detentarlo mañana), no son lacayos de la Patria, no son clientes potenciales, no son títeres de la Revolución: ¡Son halcones! ¡Infiltradxs! ¡Mercenarixs! ¡Tontxs útiles!... (Incluso, las “buenas conciencias” han especulado con el nacimiento de un nuevo Alebrije que han bautizado con el paradójico nombre de “anarco-fascismo”).
Curiosa y oportunamente, hace unos días apareció en medio de toda esa verborrea antianarquista (vertida deliberadamente en los medios masivos de alienación y financiada por partidos políticos de derecha e izquierda), el comunicado más reciente del subcomediante Marcos. Después de un resumido balance financiero que no augura una remuneración exitosa a la llamada “escuelita zapatista”; la vedette enmascarada hace gala de ir contracorriente en defensa del anarquismo (¡¿?!) y nos dedica siete párrafos intitulados CASOS ESPECIALES: L@s anarquistas. Desde luego, para esto se las ingenia, como ya es costumbre, y comienza acomodando las palabras y acotando su discurso a un sector particular: “Para quienes militan y se reivindican como de la “A”, bandera sin nación ni fronteras, y que son parte de la SEXTA, pero que en verdad militen y no sea una moda de vestir o de calendario” (Lo que delimita y reduce aún más a ese “particular” sector). Y les solicita un “pedido especial”. Les invita, después de cumplir con su registro en la referida “escuelita” (y cubrir los $380.00 por adelantado), a escribir UNA cuartilla respondiendo “las críticas y acusaciones que se les han hecho en los medios de paga” y les asegura que los textos recopilados serán publicados en su página electrónica (enlacezapatista.ezln.org.mx) y en una revista neozapatista de próxima aparición.
Pero, como recalca, ese pedimento no es para nosotrxs sino para lxs que se dicen anarquistas y suscriben la Sexta (o sea, que ese boleto no es nuestro). A nosotrxs lo que nos viene a cuento es la alusión que hace este plumífero guerrillero del amplio y a veces difuso espectro ácrata; es decir, de “l@s Anarquistas”. Y por eso respondemos. De más está comentar que, como Anarquistas, nosotrxs sentimos un profundo desprecio por las jerarquías militares y que lo único que nos provocan los profesionales armados es repulsión. Asimismo, está de más precisar lo que significan para nosotrxs, lxs Anarquistas, lxs líderes y las vanguardias políticas. Sin embargo, vale dejarlo por escrito para que no se confunda esta declaración con un intercambio de opiniones o un intento de diálogo (ni con el infrascrito ni con lxs que se dicen anarquistas y están adheridos a la Sexta ni con el tal Wilhelm Tell de Búrglen (o de Tlalnepantla), que también se dice anarquista y se  enorgullece de su moño tricolor, de su grado de capitán y de bolearle los Florsheim al Peje, mientras evoca al Frente Popular a la vieja usanza stalinista).
Sobra aclarar que no aspiramos a ser publicados en sus medios. Estamos conscientes que no existen medios “neutrales” y que todos, sin excepción, responden a los lineamientos políticos de sus editores y/o patrocinadores. Tampoco pretendemos delimitar nuestro pronunciamiento conjunto al estrecho espacio que nos ofrece una cuartilla; mucho menos reducirlo al cabal cumplimiento de sus “peticiones”, así que escribiremos lo que estimemos necesario para dejar sentada nuestra posición, como Anarquistas, sin limitarnos a las formas.
Habría que empezar por comentar que esxs que se dicen anarquistas y son parte de la Sexta, no se vieron durante los enfrentamientos con las fuerzas represivas ni participaron en los sabotajes y los ataques a la sagrada propiedad; mucho menos, estuvieron implicadxs en las expropiaciones masivas (ni el 1 de diciembre ni el 1 de septiembre ni el pasado 2 de octubre). Lxs pocxs que se dicen anarquistas y son parte de la Sexta que advertimos en medio de las recientes luchas callejeras, se mantuvieron un tanto alejadxs de las acciones; algunxs videando la confrontación para sus ciber-noticiarios alternativos; otrxs grabando entrevistas para las radios de contrainformación vía Internet (con el estruendo de los petardos y la gritería de fondo para impregnarle cierto dramatismo al documento con la ambientación  propicia) o; tomando fotografías para sus múltiples páginas webs, blogs y foros virtuales. También vimos a  otrxs, muy otrxs, que diciéndose anarquistas y siendo parte de la Sexta, murmuraban a la distancia los mismos oprobios que más tarde repitieran sus colegas de izquierda (“provocadores”, “porros”, “halcones”, “infiltrados”…) o brindaban circunspectos entrevistas a los medios impresos y/o electrónicos (de paga, of course), aseverando que “no, no y no” eran anarquistas quienes daban batalla a los uniformados y destrozaban los  cristales de tiendas, bancos y multinacionales. Hubo uno  que llegó a afirmar (y hasta a posar para la foto) que la mejor prueba de que lxs enardecidxs encapuchadxs no éramos anarquistas fue el ataque despiadado contra el Hemiciclo a Juárez en la Alameda central, olvidando que el benemérito Bomberito, durante su prolongado mandato, fue un feroz asesino de anarquistas que ordenó el fusilamiento de Julio Chávez López y medio centenar de compañerxs. Y bueno, desde luego que no todxs lxs enardecidxs luchadores eran Anarquistas; bastó con el primer molotov que surcó los aires, con la explosión de los petardos, con el zumbido de unas pocas rocas que se estrellaron contra los escudos y los cascos de los uniformados, para que se propagara el contagio y se extendiera la lucha antisistémica. Esa fue la tarea de la Coordinadora de las Sombras y el quehacer del Bloque Negro: provocar la chispa que incendiara la pradera.
Después de haber expresado todo lo anterior, consideramos necesario escudriñar minuciosamente lo que realmente esconde esta nueva misiva del payaso embozado tras el mítico pasamontañas. Una vez más, nos enfrentamos a un comunicado elaborado para consumo externo (o sea, para digerirse y disfrutarse fuera de las comunidades). Diseñado, elaborado y bien sazonado, para el gusto de las mayorías y para la satisfacción y el deleite de amplísimos paladares. Sin dudas, responde al agrado y la complacencia de lxs consumidores foráneos. Sobre todo, para aquellxs que se ubican en otras pero muy otras geografías –aún más lejanas– y les maravillan los platillos exóticos cuidadosamente decorados y servidos en vajilla “autóctona” –es muy recomendado acompañarlos de abundante kalimocho (porque eso de exportar el pox está medio cabrón con todas las restricciones aduanales para las bebidas espirituosas sino ya se hubieran montado sus changarritos en varias ciudades europeas y tendrían Pocherías Zapatistas en Atenas, Barcelona, Berlín, Hamburgo, París, Praga, Madrid, Milano y Roma; claro está, en las comunidades controladas por el EZLN continuaría prohibida su ingesta…bueno, como quien dice prohibida, prohibida, prohibida: no; siempre hay quienes están exentos de las prohibiciones, es lo tangible de esa ambigüedad del “mandar obedeciendo” y lo real maravilloso de ser mando desde la horizontalidad discursiva).
Una vez más, identificamos en su jovial y desenfadada escritura una artimaña bien montada para escena con el único objetivo de atraer la atención y volver a ser “noticia”. Una vez más, nos percatamos que se aspira distraer y confundir. Una vez más, vemos como se recurre al marketing revolucionario y se delinea una nueva estrategia en búsqueda de adeptxs con la misma desfachatez que el resto de la clase política (Es muy probable que este bufón de rostro cubierto se ilusione con la posibilidad de jalar agua para su molino recurriendo al trillado argumento de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”; sin embargo, comete un garrafal equívoco. A nosotrxs, lxs Anarquistas, las máximas maquiavélicas nos resbalan porque la historia nos ha enseñado –en múltiples y repetidas ocasiones– que lo que resulta funcional al Príncipe suele ser adverso a nuestros principios o sea, que el enemigo de nuestro enemigo también puede ser nuestro enemigo). Una vez más, percibimos como se intenta imponer “línea” dotando de patente de corso a esa bochornosa legión de incautxs, despistadxs, confundidxs, arribistas y oportunistas que se dicen anarquistas y son parte de la Sexta (Atención: Nosotrxs no pretendemos otorgar credenciales ni desempolvar el enmohecido anarcómetro para emitir certificados de autenticidad anárquica, simple y sencillamente, nos referimos de esta forma a quienes se dicen anarquistas y son parte de la Sexta porque cualquiera que tenga una somera idea de lo que es ser Anarquista no puede refrendar ese programa populista-socialdemócrata de pretendida redacción indígena que, entre otras perlas, aclara que el EZLN no considera que la política no sirve sino “que ESA política no sirve. Y no sirve porque no toma en cuenta al pueblo, no lo escucha, no le hace caso…” Y aspira a concretar una “CAMPAÑA NACIONAL para la construcción de otra forma de hacer política, de un programa de lucha nacional y de izquierda, y una nueva Constitución”).
Como Anarquistas consecuentes, rechazamos enérgicamente todas las formas de autoritarismo, demostrando con actos nuestra voluntad iconoclasta, nuestra vocación insumisa y nuestra condición negadora del Poder –por muy comunitario o diminuto que sea el coto de Poder. Nos queda claro que sigue estando pendiente un profundo debate (entre Anarquistas) que nos permita superar estas lamentables ambigüedades e ignominiosas contradicciones que impiden el pleno desarrollo de la lucha anárquica en nuestros días. Evidentemente, habrá que superar estas “ambigüedades” y esas “contradicciones” no sólo de palabra sino en la praxis cotidiana que es la única manera  de hacer posible, aquí y ahora, la Anarquía.
La opresión histórica más atroz y efectiva  –esa que en resumidas cuentas es la madre de todas las opresiones– radica en la perseverante apatía de las mayorías, en el persistente conformismo, en el inagotable servilismo voluntario, en la ceguera permanente de la masa. Sin apatía, sin conformismo, sin esxs ciegxs que se niegan a ver, sin servidumbre voluntaria, el Poder se desmorona; porque sólo habrá gobernantes mientras existan gobernadxs (que se le llame “mal gobierno” o “buen gobierno” es únicamente una cuestión semántica o, definitivamente, un argumento demagógico).

Ni un milímetro atrás: ¡9 milímetros en las cabezas del Poder!

¡Qué la lucha anárquica se extienda a todos los rincones!
¡Viva el fuego liberador y la pólvora vindicadora!
¡Contra el sistema de dominación!
¡Luchemos contra toda esperanza!
¡Qué nadie recupere nuestra lucha!
¡Por la coordinación internacional anarquista!
¡Por la demolición de las prisiones!
¡Por la Liberación Total!
¡Por la Anarquía!
Toda nuestra solidaridad con el compañero Mario González, con nuestro hermano Gabriel Pombo da Silva, con nuestrxs afines de la Conspiración de las Células de Fuego de Grecia, con nuestro compañero Hans Niemeyer, con el compa Marco Camenisch, con el compañero Henri Zegarrundo (en arresto domiciliario), con nuestrxs entrañables cómplices Mona y Francisco (secuestradxs en las primeras horas del día de hoy por las fuerzas represoras en el Estado español) y con todxs lxs anarquistas presxs alrededor del mundo.

México, a 13 de noviembre de 2013


Acción Anarquista Anónima (AAA).
Células Autónomas de Revolución Inmediata “Praxedis G. Guerrero” (CARI-PGG).
Conspiración de las Células de Fuego/Federación Anarquista Informal (CCF-FAI)
Célula Insurreccional “Mariano Sánchez Añón” (CI-MSA).
PD (De reiteraciones y aguaceros sobre lo mojado): Sólo cabría destacar que estamos totalmente conscientes de que no hemos dicho nada que no se haya pronunciado antes   –con mucho más énfasis y mucho mejor articulado. No somos lxs primerxs ni lxs únicxs Anarquistas que desde estas geografías (y otras remotas regiones), criticamos y confrontamos la farsa neo-zapatista. No somos lxs primerxs ni lxs únicxs Anarquistas que señalamos el rol embaucador de esta pintoresca representación escénica. No somos lxs primerxs ni lxs únicxs Anarquistas que advertimos la evidente labor recuperadora de  este espectáculo pirotécnico. No somos lxs primerxs ni lxs únicxs Anarquistas que avisamos en este sainete vernáculo, todo el tufo autoritario y las aspiraciones despóticas del maquillado y bien camuflado leninismo posmoderno.
PD2 (De “infiltrados”, “halcones”, “mercenarios a sueldo” y “policías de civil”): Lo que también es innegable es la presencia, durante las últimas luchas callejeras, de grupos de choque conformados por madrinas, mercenarixs a sueldo y golpeadores voluntarios (lxs vimos, lxs confrontamos y lxs identificamos) al servicio del Gobierno del Distrito Federal, que se infiltran en el momento de la trifulca –encapuchadxs o a cara descubierta– para desplegar un marcaje personal contra determinadxs compañerxs, llegando incluso a agredirles para facilitar su detención e inmediato traslado, ya sea a bordo de las julias o de falsas ambulancias. En realidad, esta táctica no tiene nada de innovador y es bastante recurrente en los gobiernos de izquierda latinoamericanos (incluyendo los gobiernos priístas, que no se nos olvida que siempre se han reivindicado de izquierda); la única novedad es el empleo recurrente de esta metodología fascista por parte del Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera. Y, decimos que lxs identificamos, como seguramente también lxs identificó el subcomediante Marcos, ya que se trata de viejxs compañerxs de viaje que hasta le dieron posada cuando estuvieron de visita por la Ciudad de México lxs 1101 habitantes de la zona controlada por el EZLN, en aquellos entonces se asumían maoístas e integraban un Frente, después han sido perredistas, petistas y muy probablemente (dependiendo de las diputaciones que les prometan a sus líderes) terminen de clientes de MORENA. ¡Ahhh, qué terrible es tener buena memoria!